Treinta años después de haber sido introducidas en las series de cartas nacionales, las cartas de Batimetría satelital (SDB) siguen luchando por ser reconocidas como documentos de navegación válidos, capaces de cumplir con el nivel de confianza requerido por la norma S-44 de la OHI para levantamientos hidrográficos.
La llegada de las constelaciones de satélites de nueva generación, como Sentinel -23, proporcionan una mejor geolocalización y, gracias a una mayor frecuencia de revisiones, una capacidad casi ilimitada de detección de peligros naturales visibles desde el espacio dentro en los límites de los instrumentos de detección. Por lo tanto, esta visión negativa del SDB debe cambiar.
Escrito por Hidrógrafos, este artículo tiene por objeto proporcionar antecedentes científicos adaptados a la Hidrografía práctica; introducir la noción de «Imagen Perfecta», mencionada por primera vez en el Taller Internacional de Teledetección Hidrográfica (Ottawa, septiembre del 2018); y rehabilitar conceptos más antiguos como la Profundidad de Penetración (DOP), que hacen de la SDB un instrumento incomparable para cartografiar las aguas poco profundas del mundo (Figura 1). Aquí, «incomparable» no significa «perfecto», ya que hay límites a la capacidad de la SDB para detectar y cuantificar las estructuras del fondo que se detallarán más adelante.